Archivo mensual: abril 2018

Informe 2018 de Reporters sans Frontières sobre libertad de prensa

Como suele suceder, cuando se acerca el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, las distintas ONGs globales sobre medios de comunicación y periodismo publican su informe anual con su correspondiente ranking de los países. En este caso, el primero que salió es el de Periodistas sin Fronteras (Reporters sans Frontières). El ránking global de los países y mapa sobre el estado mundial en la materia no presentan grandes variaciones.

A grandes rasgos, el informe presenta un nuevo declive en la libertad de prensa a nivel de regiones.

Un dato que resalta dentro del contexto general es un nuevo retroceso en la clasificación de Estados Unidos dentro del ranking global. En este año, descendió al puesto 45. Los fundamentos de la caída se deben al constante destrato y agresión hacia medios y periodistas por parte del presidente Donald Trump.

En el caso de la Argentina también se ha registrado un descenso con respecto al año 2017. Pasó del lugar 50 al 52. Los motivos del descenso se deben en gran parte a un contexto faborable a la concentración de medios y a arbitrariedades sobre medios críticos al gobierno. No obstante, se reconoce que el clima general es mejor con el actual gobierno que con el precedente.

Los cinco países con mejor clasificación en América Latina son Costa Rica (10°), Uruguay (20°), Chile (38°), Argentina (52°) y República Dominicana (59°). En el otro extremo, los cinco peores son Cuba (172°), México (147°), Venezuela (143°), Honduras (141°) y Colombia (130°).

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Panorama del consumo de medios en España

La Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) de España publica regularmente un Estudio General de Medios donde se detalla la performance de los distintos medios del país. En este mes de abril se publicó su último trabajo que ofrece resultados que marcan tendencias firmes sobre el desempeño de los distintos medios en el país. La televisión sigie siendo el medio con mayor nivel de pentración en la población aunque su desempeño está amesetado. La radio reguistra un comportamiento similar. Por el contrario, diarios sobre papel y revistas registran una caída constante. Como era de esperar, Internet es el soporte que más ha crecido en los últimos veinte años, aunque pareciera haber llegado a un techo.

Analizando con más detalle los datos registrados, es de destacar que el segmento etario que más penetración tiene en el caso de la televisión es el de mayores edades, lo cual supone que se encuentra en la santípodas de Internet, cuyo audicencia se ubica fuertemente en los más jóvenes. La radio y las revistas tienen un comprtamiento en este sentido en forma de campana, mientras que los diarios tienen un serio problema de atracción en los jóvenes.

El Grupo Prisa sigue siendo el líder tanto el diario generalista (El País) como en el campo de la radio (Cadena SER, Los 40).

 

Estudio muestra que Facebook afecta el debate público

Las redes sociales o socia media no vienen pasando por un buen momento. En particular Facebook está atravesando por una crisis que incluso por primera vez plantea la continuidad de su existencia como tal a raíz del uso arbitrario de datos de los usuarios. Lejos de alejarse la crisis, un nuevo estudio plantea otras dudas sobre la acción de Facebook, esta vez sobre lo público. Un trabajo de la World Wide Web Foundation dirigia por Tim Berners-Lee realizó un experimento para conocer cómo funcionan los algoritmos de Facebook para ofrecer noticias a sus usuarios argentinos. El trabajo fue realizado por Renata Ávila, Juan Ortiz Freuler y Craig Fagan con apoyo de Claudio Agosti en recolección de datos y lleva por título «La mano invisible: el News Feed de Facebook y nuestra dieta informativa» (el informe también fue publicado en inglés).  A grandes rasgos, la metodología consistió en crear seis perfiles ficticios que siguieran los mismos sitios de noticias y a una página creada para apoyar la gestión del presidente Mauricio Macri y otra para apoyar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego de un tiempo, dos de las cuentas creadas empezaron a poner «Me gusta» a la página pro Macri, dos a la en favor de Kirchner, mientras que las otras dos se mantuvieron neutras. La colección de páginas de noticias seleccionadas fue la siguiente.

El resultado que mostró el experimento es que incluso los dos perfiles similares -por caso, los dos pro Macri y los dos pro Kirchner – recibieron una secuencia de noticias dieferentes. Esto es, que incluso personas con adhesiones políticas similares les son ofrecidas historias diferentes por parte de Facebook.  De ello se deduce que los algoritmos ofrecen contenidos diferentes a personas con perfiles políticos e informativos similares. Este efecto es observable en el siguiente gráfico.

Por lo cual, una de las conclusiones del trabajo es que Facebook promueve impulsos centrífugos en vez de centrípetos; en vez de alentar contenidos tendientes a consolidar una base común que facilite el debate y el diálogo públicos ofrece inputs que favorecen la fragemtación y la individualización. Según este trabajo, si partimos del trabajo de Pablo Boczkowski y Eugenia Mitchelstein sobre una brecha entre las noticias ofrecidas por los medios y las preferencias de sus públicos, aquello que habría aquí es una brecha más al menos entre los usuarios del servicio de noticias de Facebook.

El resultado es muy interesante ya que, a diferencia de los medios editoriales que se caracterizan por tener una línea editorial relativamente coherente y consistente, los contenidos periodísticos ofrecidos por Facebook no se guían por este principio. La cuestión por detrás es avanzar si este acceso segmentado a noticias desafía de modo decisivo perspectivas clásicas sobre el funcionamiento o el horizonte normativo sobre la democracia contemporánea, desde la teoría económica de Anthony Downs o la democracia deliberativa de Jürgen Habermas. 

Los bots en el foco de las redes sociales

Es ya sabido que las redes sociales no son un espacio de política de caballeros sino que ha sucumbido ante las prácticas pedestres. En este sentido, el instrumento que está siendo puesto sobre el tapete para influir en la opinión pública online son las cuentas automáticas o bots. Estas cuentas que tienen mayor facilidad de generación en una red como Twitter antes que en Facebook permiten aumentar la cantidad de seguidores a una celebridad o jugar sucio tanto en elecciones como en posicionamiento de marcas. Los bots permiten iniciar acciones coordinadas de ataque o defensa ya sea sobre celebridades, políticos o determinados artículos de consumo o marcas. El objetivo es imponer creencias propias y manipular a ciudadanos/consumidores. En este sentido, el máximo objetivo de quien dirige una operación con bots en Twitter es que su campaña alcance ser un trending topic (tt). Generar cuentas apócrifas es relativamente sencillo. Se puede utilizar un sitio como Fake Name Generator  y adosarle fotos desde otro denominado Random User Generator. Una tarjeta SIM de celular permite generar hasta diez cuentas en Twitter. De allí, se pueden habilitar una centena de cuentas en pocos minutos. Computadoras que permiten falsear números de celulares pueden agigantar este proceso de modo exponencial tal como lo describió una investigación del New York Times hace un par de meses.

Según un trabajo de Pew Research Center un 66% de las cuentas que han participado o ligado noticias a websites de temas populares son sospechosas de ser bots. Las distorsiones que esto ha generado en las redes ha llevado a generar instrumentos de detección de bots. Tal es el caso del sitio Botometer que permite desemascararlos. Sitios como  TwitterAudit  o FakeFollowerCheck permiten conocer cuantos bots siguen a una cuenta. Estas son pequeñas herramientas que permiten hacer ejercicios de Media Literacy para contrarrestar acciones malintencionadas de alterar los discursos en las redes. Es por ello que al momento de moverse en las redes se debe ser súmamente cuidadoso de no potenciar los bots otorgándeles un «like» (me gusta) o retuitando sus posteos. Sí. Moverse en las redes también requiere habilidades y precauciones como en la vida externa a las mismas.